El día que escribía sobre el accidente de Luis, el chico de la Yamaha, leía una sorprendente noticia. De esas que te hacen pensar.
Un chico belga Rom Houben que tuvo un accidente a los 23 años, ahora hace 23 años. Los médicos pensaban que estaba en estado vegetativo hasta que gracias a la intuición de su madre y que revisaron su caso descubrieron, gracias a una tomografía por emisión de positrones (pet) y un estudio diagnóstico que mide el consumo de glucosa en el cerebro que indicaba que mostraba actividad cerebral. A partir de ese momento los médicos y la familia intentaron establecer comunicación con él. Houben logró mover un pie hasta poder presionar un botón de un dispositivo que le prepararon especialmente. Con el tiempo pudo escribir palabras. De hecho, está escribiendo un libro.
¿Os imagináis estar conciente durante 23 años encerrado en un cuerpo que no puedes mover.?
Ahora tiene 46 . Y reconoce que ha vivido un auténtico calvario. Se acuerda de que al principio los médicos y las enfermeras le hablaban, hasta que acabaron por desistir, pensando que no tenía ningún sentido. El gritaba pero no le oían, así que sólo le quedaba soñar. Y revivió su vida entera.
Es increíble. Escribe que uno de los peores momentos fue cuando le contaron su madre y su hermano que su padre había muerte. No podía ni tan siquiera llorar, porque su cuerpo no le hacía caso”.
23 años consciente pero sin poder hacer nada, ni comunicarse, ni entretenerse, ahora a los 46 y a pesar de que sigue inmóvil en una silla de rudas. Puede leer, cuando le acercan los libros, puede comunicarse y puede expresarse. Una historia increíble, con un final feliz, relativamente feliz, donde a partir de ahora Rom podrá vivir. A su manera y con inmensas limitaciones pero vivir.
También es cierto que la tecnología que le aplicaron para saber si había actividad cerebral, hace 23 años no existía. Pero manda guevos que se tarde 23 años.
Sólo pensar que el día que duermo más de lo normal me coge mala leche! Es inimaginable. Pero casi me jodería más el hecho de que no supieran que estoy vivo “por dentro” que el hecho de no poder expresarme.
Y luego nos quejamos…
martes, diciembre 01, 2009
"homo fonku"
¿Alguna vez habéis pensado que estáis pasando por un sitio por el que nunca nadie ha pasado?.
Si es por una montaña, parece que sea más fácil. Principalmente por un sitio agreste. Claro, que con esto de los “boletaires” cada vez es más es más complicado.
Las veces que me he metido por caminos en mtb un poco complicados fuera del camino principal, y voy pensando en la poca gente que ha podido pasar por el mismo sítio.
No sé porque me fascina esa chorrada. Es como si quisiera encontrar un tesoro. Algo inédito como algún arma de algún antepasado, o remontándonos mucho más lejos, algún hueso de algún Nearthental o de algún animal prehistórico. Tiene de ser apasionante ser arqueólogo y encontrar algo que pueda explicar o cambiar algo que hasta ese momento se desconoce.
Uno se imagina a Eduald Carbonell, emocionado cuando descubrió en la sima de los huesos (Sierra de Atapuerca. Burgos) el conjunto prehistórico que contiene más restos de homínidos, correspondientes al pleistoceno inferior y medio. Y eso es, hace unos cuantos añitos. Muchos restos pertenecen al “homo heilderbengensis” con más de medio millón de años de antigüedad, y también al “homo antecessor” con una antigüedad de 1,3 millones de años.
Tiene que ser un momento excitante. Pero debes saber que es lo que estás buscando. Porque yo si voy por un bosque y me encuentro un hueso pienso que es de vaca o de Isar pero nunca que es de un antepasado.
Sorprende como ha partir de los huesos pueden determinar como vivían, que comían y de que habían muerto. Pero no parten de un esqueleto sino de un puto trozo de fémur.
Para mi eso es magia. Como los problemas de física del niño que tiraba una piedra por la ventana y en función de cuatro formulas de “velocidad partido por tiempo y espacio” se podía (quién podía) descubrir que el niño se llamaba Carlitos. Como veís la física tampoco era mi fuerte.
Volviendo a los misterios y descartando el tema de los huesos, porque uno no entiende, ni quiere entender. Lo interesante es descubrir tesoros que ha escondido la gente.
En casa de la abuela de mi mujer, una masía en Argentona, hubo un tío que escondió durante la guerra todas las joyas de la familia. ( y debían haber unas cuantas…).
Pasó el tiempo y acabo la guerra, y yo creo que todos de una manera o de otra buscaban el tesoro. Nadie lo encontró. A pesar de que levantaron casi todo el jardín sin éxito. Estaban convencidos que lo escondió pero nunca han sabido donde. Ahora ya es más difícil porque la finca se vendió cuando murió la abuela Carme. Nuera del poeta Maragall, que si levantara la cabeza….
Pero son historias apasionantes. Porque el tesoro tiene de estar un algún lado. Que no esté en la finca de al lado, la de los primos de mi suegra, Can Mercader. Que por cierto Ramón Mercader , el primito de Teresa fue el asesino de Troski (El dirigente comunista que luchó al lado de Lenin y luego se exilió a Méjico.).
Pues resulta que el “primito” tan “bon noi” que parecía, comunista convencido que se fue a Rusia como militar, y que lo entrenaron durante muchos años los hombres de Stalin, para que cumpliera su objetivo en la vida. Matar a Trotski.
Y finalmente lo cumplió. Entró en el despacho de Trotski del que gozaba de total confianza, y mientras éste miraba una documentación que Mercader le había dejado para que le diera su opinión, Mercader cogió un “piolet” (instrumento que utilizan los escaladores) y se le clavó en el cráneo. Dicen que el grito se oyó en todo Méjico.
Trosky murió pero quien sabe si Ramón Mercader no lo hubiera matado, hubiera cambiado el curso de la historia…
Yo siempre digo que me quemen cuando muera, pero tampoco estaría mal que me enterraran detrás de un abeto a cien pasos del refugio de pastores. Y al cabo de muchos años alguien encontraría de casualidad los restos del “homo fonku” una especie rara rara que convivía con los humanos racionales….y casi los convencía de que era uno de ellos…
Si es por una montaña, parece que sea más fácil. Principalmente por un sitio agreste. Claro, que con esto de los “boletaires” cada vez es más es más complicado.
Las veces que me he metido por caminos en mtb un poco complicados fuera del camino principal, y voy pensando en la poca gente que ha podido pasar por el mismo sítio.
No sé porque me fascina esa chorrada. Es como si quisiera encontrar un tesoro. Algo inédito como algún arma de algún antepasado, o remontándonos mucho más lejos, algún hueso de algún Nearthental o de algún animal prehistórico. Tiene de ser apasionante ser arqueólogo y encontrar algo que pueda explicar o cambiar algo que hasta ese momento se desconoce.
Uno se imagina a Eduald Carbonell, emocionado cuando descubrió en la sima de los huesos (Sierra de Atapuerca. Burgos) el conjunto prehistórico que contiene más restos de homínidos, correspondientes al pleistoceno inferior y medio. Y eso es, hace unos cuantos añitos. Muchos restos pertenecen al “homo heilderbengensis” con más de medio millón de años de antigüedad, y también al “homo antecessor” con una antigüedad de 1,3 millones de años.
Tiene que ser un momento excitante. Pero debes saber que es lo que estás buscando. Porque yo si voy por un bosque y me encuentro un hueso pienso que es de vaca o de Isar pero nunca que es de un antepasado.
Sorprende como ha partir de los huesos pueden determinar como vivían, que comían y de que habían muerto. Pero no parten de un esqueleto sino de un puto trozo de fémur.
Para mi eso es magia. Como los problemas de física del niño que tiraba una piedra por la ventana y en función de cuatro formulas de “velocidad partido por tiempo y espacio” se podía (quién podía) descubrir que el niño se llamaba Carlitos. Como veís la física tampoco era mi fuerte.
Volviendo a los misterios y descartando el tema de los huesos, porque uno no entiende, ni quiere entender. Lo interesante es descubrir tesoros que ha escondido la gente.
En casa de la abuela de mi mujer, una masía en Argentona, hubo un tío que escondió durante la guerra todas las joyas de la familia. ( y debían haber unas cuantas…).
Pasó el tiempo y acabo la guerra, y yo creo que todos de una manera o de otra buscaban el tesoro. Nadie lo encontró. A pesar de que levantaron casi todo el jardín sin éxito. Estaban convencidos que lo escondió pero nunca han sabido donde. Ahora ya es más difícil porque la finca se vendió cuando murió la abuela Carme. Nuera del poeta Maragall, que si levantara la cabeza….
Pero son historias apasionantes. Porque el tesoro tiene de estar un algún lado. Que no esté en la finca de al lado, la de los primos de mi suegra, Can Mercader. Que por cierto Ramón Mercader , el primito de Teresa fue el asesino de Troski (El dirigente comunista que luchó al lado de Lenin y luego se exilió a Méjico.).
Pues resulta que el “primito” tan “bon noi” que parecía, comunista convencido que se fue a Rusia como militar, y que lo entrenaron durante muchos años los hombres de Stalin, para que cumpliera su objetivo en la vida. Matar a Trotski.
Y finalmente lo cumplió. Entró en el despacho de Trotski del que gozaba de total confianza, y mientras éste miraba una documentación que Mercader le había dejado para que le diera su opinión, Mercader cogió un “piolet” (instrumento que utilizan los escaladores) y se le clavó en el cráneo. Dicen que el grito se oyó en todo Méjico.
Trosky murió pero quien sabe si Ramón Mercader no lo hubiera matado, hubiera cambiado el curso de la historia…
Yo siempre digo que me quemen cuando muera, pero tampoco estaría mal que me enterraran detrás de un abeto a cien pasos del refugio de pastores. Y al cabo de muchos años alguien encontraría de casualidad los restos del “homo fonku” una especie rara rara que convivía con los humanos racionales….y casi los convencía de que era uno de ellos…
domingo, noviembre 29, 2009
duendecillos
Existen muchas teorías sobre si nosotros no estamos solos.
Y no me refiero al tema de los ovnis, ni a la vida extraterrestre, a la que también me referiré algún día sino a que dentro de nosotros habita un duendecillo que nos dirige hacía un lado o a otro. A veces se apodera de los mandos, y te hace que actúes según él desee. Es como si estuvieras poseído sin enterarte. Y eso siempre pasa, y pasa a todos. Lo que ocurre, es que a veces ese duendecillo en algunas personas se muestra más inquieto que en otra.
Si es que el que tengo yo dentro es la hostia!. Caprichoso donde los haya. Con lo contento que estaría si se quedara “tranquilito”.
Pues mi duendecillo, ha decidido esta vez que debía dejar de dar clases de guitarra. No es tan sólo el hecho de dar o no la clase, ni tan siquiera se plantea si me gusta o no. Es porque ha llegado a esas conclusiones que a mi no me gustan nada. Que son las lógicas.
• no llegaré a ningún lado siguiendo inexorablemente las clases.
• Por mucho que me guste es necesario unos “mínimos” de práctica sino siempre vuelves para atrás.
• La guitarra es bonita. Es un gran instrumento pero en la mayoría de ocasiones se precisa de saber cantar, y entonces si “además” os tengo que “deleitar” con mi voz …” apaga y vámonos”.
Lo jodido que tengo…una de las cosas jodidas que tengo, que no son pocas, es que como buen Géminis, en lugar de un duendecillo tengo dos.
Pues sí, efectivamente, habrá que joderse. El que me influye para que tome decisiones, y lo llamaremos X es uno, pero cuando conozcáis al otro, el Z desearéis no haberlo conocido.
El Z es terrible. Cuando se entere que he dejado la guitarra, se enfadará. Y mucho.
Z es el visceral, el que puede irse de juerga toda la noche y al día siguiente estar como nuevo, él es el creativo, aunque a veces se pase.
Por cierto que no se donde debe estar Z. En algún lío de faldas andará metido. Si es que ya os digo…es la leche.
En fin que poco más, porque a X le ha tocado navegar este fin de semana, y está destrozado. Tanto, que todavía está dando vueltas.
Porque ahora que pienso, tengo una amiga que tiene un amigo flautista. La ventaja del flautista es que no puedes cantar. Y eso es la leche.
“Joder Z! , y yo que me creía que no estabas, y veo que ya estás de nuevo en marcha…”
Os acordais de Bruce. Cantaba, tocaba la guitarra. Y la armónica a la vez. Este debe de tener un ejercito de duendecillos. Si,si Born in the USA, pero duendecillos en definitiva.
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